Las asociaciones de celíacos reclaman la obligatoriedad de incluir menús aptos para celíacos, al menos en comedores y cafeterías de los organismos públicos, centros escolares, universidades, hospitales, estaciones, aeropuertos y la recomendación de incluir dichos menús en todos los establecimientos hosteleros.
También, una mayor implicación en la resolución de los problemas relativos a la seguridad alimentaria y al etiquetado de todos los productos que consumimos; así como la inclusión de productos específicos sin gluten en las prestaciones sanitarias españolas, "para proteger la salud de los celíacos al igual que se protege la salud del resto de ciudadanos españoles".
A esto suman campañas de información a la población general sobre la enfermedad celiaca; mejoras en el diagnóstico y seguimiento del enfermo celíaco en atención primaria y especializada; y el fomento de la investigación analítica y clínica.
La dieta sin gluten se consigue mediante el consumo de productos naturales como carne, pescado, frutas, verduras, leche, y productos especiales aptos para celíacos elaborados a partir de harinas de maíz o arroz (pasta, pan, galletas, dulces, bizcochos). El ceñirse a una dieta sin gluten supone en el año 2008 un sobrecoste de 1.614,48 Euros en la cesta de la compra. Al tratarse de una alimentación especial, destacan los celíacos, la vida social del celíaco se encuentra restringida a unos pocos locales de restauración que ofrecen menú apto para celíacos, y habitualmente el celíaco debe salir con su comida preparada de casa.